Credimi, sono al centro della mia stanza
in attesa che piova. Sono solo. Non m’importa
di finire o meno la mia poesia. Aspetto la pioggia,
bevendo il caffè e guardando dalla finestra un bel paesaggio
di cortili interni, con panni stesi e immobili,
silenziosi panni di marmo nella città, dove non esiste
il vento e in lontananza si sente solo il ronzio
di una televisione a colori, guardata da una famiglia
che a quest’ora, come me, beve il caffè riunita intorno
a un tavolo: credimi: i tavoli di plastica gialla
si moltiplicano fino alla linea dell’orizzonte e oltre:
verso le periferie dove si costruiscono palazzi
di appartamenti, e un ragazzo di 16 anni seduto su
mattoni rossi osserva il movimento dei macchinari.
Il cielo nell’ora del ragazzo è un’enorme
vite cava con cui gioca la brezza. E il ragazzo
gioca con le idee. Con le idee e con scene bloccate.
L’immobilità è una nebbia trasparente e dura
che gli spunta dagli occhi.
Credimi: non sarà l’amore ad arrivare,
ma la bellezza con la sua stola di albe morte.
Roberto Bolaño
(Traduzione di Ilide Carmignani)
da “L’Università Sconosciuta”, SUR, 2020
∗∗∗
Amenecer
Créeme, estoy en el centro de mi habitación
esperando que llueva. Estoy solo. No me importa
terminar o no mi poema. Espero la lluvia,
tomando café y mirando por la ventana un bello paisaje
de patios interiores, con ropas colgadas y quietas,
silenciosas ropas de mármol en la ciudad, donde no existe
el viento y a lo lejos sólo se escucha el zumbido
de una televisión en colores, observada por una familia
que también, a esta hora, toma café reunida alrededor
de una mesa: créeme: las mesas de plástico amarillo
se desdoblan hasta la línea del horizonte y más allá:
hacia los suburbios donde construyen edificios
de departamentos, y un muchacho de 16 sentado sobre
ladrillos rojos contempla el movimiento de las máquinas.
El cielo en la hora del muchacho es un enorme
tornillo hueco con el que la brisa juega. Y el muchacho
juega con ideas. Con ideas y escenas detenidas.
La inmovilidad es una neblina transparente y dura
que sale de sus ojos.
Créeme: no es el amor el que va a venir,
sino la belleza con su estola de albas muertas.
Roberto Bolaño
da “La Universidad Desconocida”, Editorial Anagrama, 2007